Telarañas cuelgan de la razón

Telarañas cuelgan de la razón
en un paisaje de ceniza absorta;
ha pasado el huracán de amor,
ya ningún pájaro queda.
Tampoco ninguna hoja;
todas van lejos, como gotas de agua
de un mar cuando se seca,
cuando no hay ya lágrimas bastantes,
porque alguien, cruel como un día de sol en primavera
con sólo su presencia ha dividido en dos un cuerpo.

Autor: Luis Cernuda
Surrealismo y zenismo, tan cerca

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